En el momento en el que queremos posicionar una página web, será muy importante revisar una serie de factores que podrían marcar la diferencia. Uno de los más importantes es el conocido como tasa de rebote. Este indicador lo veremos presentado en herramientas como puede ser “Herramientas para webmasters” o Google Analytics y conviene tenerlos controlados en todo momento.
Hay muchos errores de SEO que se pueden cometer en relación con esta tasa, por lo que vamos a estudiarla con detenimiento.
¿Qué es y para qué sirve la tasa de rebote?
La tasa de rebote es un valor que nos indica la relación entre la cantidad de visitantes que entran y los que se marchan, en una determinada unidad de tiempo. Si un usuario entra en la web y tan solo está unos 10 segundos, lo más probable es que la información que ha encontrado, o no es lo que necesitaba, o está inconclusa. Ahora bien, si la página consigue retener al usuario unos 3 minutos, seguro que la información es muy útil.
Si la tasa de rebote es muy alta, esto nos podría afectar de dos maneras diferentes:
- 1) Si hemos añadido anuncios en nuestro blog, lo lógico es que el usuario pueda hacer click en ellos. Ahora bien, en el caso de que tan solo pasen unos 10 segundos, lo raro sería que pudieran darle tiempo a interactuar. De esta manera, el tipo de usuario que llega a nuestra web no nos interesa.
- 2) Pero, además, Google tiene sistemas para detectar si la tasa de rebote es muy alta, y puede crear que nuestra web tiene información inexacta, o bien irrelevante. El buscador da mucha más prioridad a aquellas páginas que tienen un porcentaje de rebote bajo, por lo que seguro que nuestros competidores no tardarán en dejarnos atrás.
Algunas maneras para reducir la tasa de rebote
Para reducir la tasa de rebote necesitaremos encontrar una forma para atraer a un mayor número de usuarios, además de retenerlo. Vamos a suponer que es cómo una tienda física; en este caso, lo que haremos es tratar el escaparate para incrementar las ventas.
Una buena técnica es conseguir que la página funcione de la manera más fluida posible y, para ello, habrá que reducir el tiempo de carga, además de eliminar toda la publicidad que esté haciendo que esta se sobrecargue. El diseño también debería de ser muy fluido.
Por otra parte, también es importante elegir un título de gran calidad, deberíamos agregar contenido gráfico como imágenes o vídeos, escribir texto extensos, agregar enlaces internos y enlaces internos, además de cuidar toda la interacción que podamos tener con las redes sociales.
Con toda esta combinación de factores, conseguiremos reducir la tasa de rebote de una forma considerable, empezando a rankear en Google de la forma en la que cabría esperar.
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